Los siguientes seis factores están íntimamente relacionados entre sí y forman parte del propio proceso.
Elección del plan de trabajo a seguir
Es decir, determinar horarios y duración del curso. Esto debe hacerse en función de los participantes y de los formadores.
La selección de la infraestructura
Debe ser adecuada a los contenidos y al plan de trabajo.
Selección y contratación del personal docente
Encargado de llevar a cabo la formación. Este es un punto en el que suelen aparecer problemas, sobre todo de índole económica. No siempre el docente con más calidad y que más se ajusta al perfil, tanto de los asistentes como de los contenidos a impartir, resulta ser el más caro. Hoy muchas institución u organismos valoran a los docentes por la cuantía de sus honorarios, sin tener en cuenta su adecuación o no a las características del curso.
Selección y preparación de materiales audiovisuales
Deben ser adecuados a la materia que trata la acción formativa. Su función es la de reforzar los contenidos de aprendizaje.
Coordinación de la formación
Se dan varias situaciones en este aspecto, puede que algún docente haga la función de coordinador o este papel lo desempañe otra persona.
Evaluación
Se estructura el Modelo de cuatro niveles: Reacción, Aprendizaje, Comportamientos/conductas y Resultados.
(Haga clic en las flechas para ver más información).
Cada nivel es importante y tiene un impacto sobre el nivel siguiente. Según se avanza de uno a otro, el proceso se hace más difícil y conlleva más tiempo, pero también proporciona información más valiosa. Ninguno de los niveles debería pasarse por alto.